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dramaturgia del espacio

Esta propuesta estética, considerada como uno de los principales aportes de Ramón Griffero al teatro chileno, podría definirse como una forma de dramaturgia visual donde la configuración escénica funciona como un agente esencial en el desarrollo y la comunicación de la acción dramática. La dramaturgia del espacio concibe la escena como un dispositivo de narrativa visual, donde los encuadres y los planos son elementos significativos de un lenguaje en el cual convergen la escenografía, la iluminación y la música.

El escenógrafo y diseñador belga Herbert Jonckers (1953-1996) fue el encargado de poner en práctica los lineamientos estéticos establecidos por Griffero, que postulan un teatro que no está al servicio de un determinado mensaje o de la representación de una realidad dada. Las historias animadas por el teatro de Griffero prescinden de contenidos anecdóticos y presentan una estructura poética donde la acción, en lugar de progresar linealmente, se desenvuelve en forma multidimensional. Este procedimiento dramático se manifiesta visualmente en la fragmentación del espacio escénico: según el autor, la poesía del texto tiene que "tener un equivalente en la escena. (...) lo que yo llamo una dramaturgia del espacio, que arma a través de varios niveles sensoriales la emoción y la percepción de lo que va sugiriendo el texto" (Entrevista por Francisco Aravena. "Un festín de despedida", Caras (297): 13-15, agosto 1999).

La dramaturgia del espacio obedeció a un propósito de cambiar los códigos y la visualidad de la forma teatral, como una forma de producir un lenguaje dramático contrapuesto al convencional. Mediante estos recursos, el autor apuesta a lograr una comunicación con el espectador a traves de imágenes que gatillen emociones en forma paralela a aquellas derivadas del desarrollo dramático de las obras.