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Poesía

En 1975, Juan Radrigán y Divel Mersan, publicaron un libro que contiene dos poemarios: El día de los muros, de Radrigán, y Balada del enemigo, de Mersan.

Los versos de El día de los muros están inspirados en una trágica e injusta experiencia de vida. El autor estuvo incomunicado en un recinto penal, acusado de un acto ilícito de su socio. Aunque finalmente se comprobó su inocencia, el paso por la cárcel imprimió nuevos sentidos en la vida de Radrigán. Los temas del libro son el encierro, la soledad, la solidaridad, la esperanza, la capacidad humana para sobreponerse y la constante lucha entre el bien y el mal.

El destacado crítico Luis Sánchez Latorre (Filebo), señaló: "La lectura de este libro me sume en la perplejidad. Y no sé cómo hacer de mi perplejidad una materia de forma, un diseño observable. ¿Por qué perplejidad? Porque yo tenía por muertas ciertas esencias del hombre comunicadas a la poesía. Imaginaba que la poesía había resuelto de manera definitiva un viejo dilema, acordando su inserción permanente en el bello juego de las palabras. Nos lo había advertido Paul Valéry: 'Un poema se hace con palabras, no con buenas intenciones'. Ello significó el auge de la palabra. Y muchas veces el menoscabo del hombre. El autor, secretamente, reinicia la marcha en sentido contrario. No diviso juegos verbales en estos textos. Diviso inscripciones: 'Porque el hombre / es un desierto poblado / por la libertad'. Tales inscripciones me sobrecogen. Hay en ellas un 'más allá' de la historia. Hay en ellas una búsqueda y un rescate angustiosos. Para el autor termina la 'belle époque' de la poesía y comienza el trabajo de restauración del hombre". (Radrigán, Juan. El día de los muros. Santiago: Impresora Bio-Bio, 1975. Solapa)