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En los siguientes números, la discusión giró en torno al avance del gobierno en materia de política cultural. Asimismo, se citaron ejemplos de otros países, especialmente Cuba, donde efectivamente la prioridad fue desarrollar las actividades culturales e incrementar las producciones artísticas. Así, el número 8 de La Quinta Rueda estuvo completamente dedicado a Cuba y a las formas en que desarrollaba su política cultural después de la revolución.

Uno de los artículos que hoy constituye un gran aporte, es el reportaje dedicado al rodaje de Palomita Blanca de Raúl Ruiz, la cual se filmó en 1973, pero sus negativos permanecieron ocultos hasta 1992 ((7), junio, 1973). Por otra parte, un documento curioso y entretenido es la entrevista a Carlos Caszely, quien se explayó sobre fútbol y política.

Abundaron los artículos sobre música, teatro, cine, literatura y reportajes sobre actividades culturales organizadas en los Centros de Cultura Popular. En todos estos escritos se mantuvo latente la idea de revolución y la necesidad de educación para el pueblo. Por ello, se criticó con especial énfasis a todos los artistas que no se comprometieran con dicha causa. Por ejemplo, en el número 3, de diciembre de 1972, el escritor José Rodríguez Elizondo rechazó todas aquellas compañías teatrales que no proclamaban la "revolución ahora", señalando entre ellas al Ictus, el Departamento de Teatro de la Universidad de Chile (Detuch) y Teatro de la Universidad Católica.

En todos sus números, La Quinta Rueda creó un ambiente de urgencia y compromiso con los cambios. Intentaron crear conciencia, dirigiéndose a todos los sectores sociales, para lograr un desarrollo del país: "De nada sirve hablar de prioridades, frente a las cuáles los problemas de la cultura tendrán que esperar su turno. Con ese criterio sólo se van sembrando serias dificultades y desniveles para el futuro" ("¿Dónde está la política cultural? Teoría y práctica", La Quinta Rueda, (1): 8, octubre, 1972).