En el segundo número se comentó con entusiasmo el éxito de la primera edición de La Quinta Rueda. Esto se confirmó con la publicación de cartas de lectores que aplaudieron la iniciativa de una revista cultural que no cayera en dogmatismos y consignas prefabricadas.

Esta amable acogida del publico posibilitó que los editores presentaran en este número sus fundamentos y objetivos: "En este plano, la nuestra fue una posición de principios: nacer con lo nuestro. Para nosotros, la cultura, no comienza en Londres, París o Nueva York. Debemos reflejar en primer término la realidad chilena, luego la latinoamericana y sólo después las grandes metrópolis. Pretender el orden inverso no es ni más ni menos que subordinarse una vez más a los mecanismos de la dependencia cultural" (La Quinta Rueda, (2), noviembre 1972).

Esta segunda edición contó con más material visual -dibujos y fotografías-, haciéndola aún más atractiva. Uno de los artículos más destacados fue el reportaje efectuado por Andrés Racz a la película de Miguel Littín, La Tierra Prometida. En éste se incluyeron fotografías de backstage inéditas. Otro artículo sobresaliente fue el escrito por Mariano Aguirre, quien presentó la opinión de ocho escritores sobre el compromiso del escritor con su realidad.

En las últimas páginas, Antonio Skármeta publicó un cuento, titulado "El cigarro".