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Nuevas poblaciones

Producto de la migración campo ciudad Puerto Montt comenzó a sentir los problemas que tenían la mayoría de las ciudades de Chile en las primeras décadas del siglo XX. Así lo expresaba a principios de la década de 1920 un periódico de esa ciudad denominado La Tribuna: "Parece que en todo el país se nota un espíritu muy poco altruista en el sentido de mejorar las habitaciones de arriendo para las clases desvalidas. Puerto Montt no ha podido sustraerse a estas anomalías y bien podemos decir que hay conventillos que ni siquiera pueden servir para simples establos. Es verdaderamente horroroso el cuadro que presentan las habitaciones en que viven la mayor parte de los obreros. Da verdaderamente repugnancia y la conciencia se subleva al contemplar ese hacinamiento de seres humanos metidos en covachas inmundas, sin luz que le dé a sus rostros la luz de seres conscientes, sin el aire bien hechor que refresque sus pulmones, cansados por el excesivo trabajo cotidiano. Sin desagües convenientes, sin medios a su alcance para mantener en un estado de regular higiene sus piezas, faltos de medios para remediar estos males. Abandonada a su propia suerte se encuentra la población Bellavista, sin que jamás las autoridades locales tomen medidas para arreglar sus calles y caminos, por otra parte dicha población se encuentra casi hasta sin luz".