Producto de la alianza entre la industria cultural (radio, cine, televisión, video y tecnologías posteriores) y la industria de la música, durante el transcurso del segundo tercio del siglo XX, surgieron una serie de publicaciones periódicas sobre música popular e industria musical que ocuparon un lugar importante dentro de la prensa artística de circulación capitalina, regional y/o nacional.

La aparición de estas revistas fue por décadas. En los años treinta apareció la reconocida revista Ecran, publicada en Santiago por Zig-Zag, alcanzando la sorprendente suma de 2005 números lanzados a circular entre los años 1930 y 1969; posteriormente esta revista se convirtió en Telecran (1969-1971).

En la década del cuarenta surgió la revista Radiomanía (1943-1970), que alcanzó a editar 326 números y culminó su labor en 1970.

Durante la década del cincuenta no surgieron grandes novedades, hasta la aparición de El Musiquero, también editada en Santiago entre los años 1964 y 1976, con un total de 269 números publicados. El mismo año de la fundación de esta publicación surgió en Santiago Rincón juvenil, revista que también fue impresa por la Editorial Zig-Zag, que entre 1964 y 1967 alcanzó a ofrecer 115 números a su público lector, logrando un éxito inferior a Ecran pero llenando un vacío importante de información para la juventud de la época. Luego vino Ritmo de la juventud, revista editada por la capitalina Editorial Lord Cochrane, que en una década (1965-1975) alcanzó a publicar 503 números.

Finalmente, ya en la década de los setenta, surge la revista La Bicicleta, que enseñó a cantar a los amantes del Canto Nuevo, movimiento musical heredero de la Nueva Canción Chilena. Esta publicación se editó en Santiago bajo el control de la Editorial Granizo, alcanzando 75 números durante sus 13 años de vida (1978-1990).