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Propiedades terapéuticas asociadas a nuestra flora endémica

Hacia el siglo XIX, renombrados científicos habían descrito y recopilado gran parte del patrimonio medicinal herbolario del territorio chileno, y lo plasmaron en recopilaciones y catálogos que se organizaban a modo de un diccionario, con las propiedades curativas singulares de cada planta, o bien a manera de un catálogo de enfermedades, en el que cada una incluía un listado de vegetales terapéuticamente efectivos.

Desde luego, el listado de padecimientos no era tan específico como en la actualidad, por lo que una misma denominación solía generalizar un amplio espectro de males. Era el caso de la anemia, que englobaba la "falta o pobreza de sangre", o de la hidropesía, una "hinchazón de algún órgano o parte del cuerpo, existiendo casi siempre la falta de transpiración cutánea y disminución de orina" (Trucios, J.M. El medico y la botica en casa, p. 8-9).

Son especialmente destacables los esfuerzos de Adolfo Murillo, quien abordó las propiedades medicinales de las plantas desde su clasificación botánica, y de Amador Guajardo, quien hizo un sumario de los vegetales curativos de Chile, localizando su distribución biogeográfica, explicando sus usos y reseñando la historia de su utilización en el caso de las plantas más relevantes de su época, como el natre, eficazmente empleado como antipirético.

Guajardo no se propuso elaborar una cartilla de medicina popular, sino que ayudar "al médico, ya porque en provincias donde los productos químicos son escasos, podrá sustituirse en muchas ocasiones el empleo de una planta a una sustancia inorgánica de que se carecía por el momento: al farmacéutico, porque encontrará reunidas casi todas las especies indijenas que pueda utilizar en sus preparaciones de laboratorio [,y] al químico, finalmente, porque en estas pájinas encontrará razon de las plantas que aun no han sido sometidas al análisis, como que hai efectivamente fundados motivos de suponer que en Chile existen especies de una accion fisiolójica sorprendente, v. gr., la centella, que produce parálisis al corazon, el palqui como diurético, el paico como estomáquico i tantas otras importantes plantas que hasta hoi no se conoce el principio activo que contienen" (Guajardo F., Amador. Botánica médica nacional, p. 6).

Es conveniente consignar que los documentos patrimoniales anexos a esta unidad temática son ante todo un recurso para comprender la evolución histórica del tratamiento de las enfermedades, y que no deben considerarse como textos médicos prescriptivos.

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