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Programas educacionales

Una forma de conocer los programas y reglamentos educaciones de los colegios secundarios femeninos de la época, es a través de sus prospectos. En primer lugar, el folleto enunciaba los principios y propósitos de la institución. Algunos liceos se pronunciaban acerca del futuro profesional de las alumnas al explicitar que impartían formación académica para rendir exámenes. El énfasis puesto en esta oferta da cuenta de que en los primeros decenios del siglo XX, gran parte de los colegios continuaban ofreciendo planes de estudio desinteresados en este objetivo. Los prospectos de estos liceos expresaban que su misión era educar a sus alumnas para convertirlas en madres, esposas y dueñas de casas de gran virtud. Como sostenía el prospecto del Liceo San Rafael, su plantel aspiraba a estimular a las alumnas "el deseo de ser útiles en su hogar" (Liceo San Rafael. Prospecto del Liceo San Rafael para señoritas de Illapel, 1918, p. 1). Esta misma orientación es manifiesta en el prospecto del Liceo Santa Teresa de Jesús, en el cual su directora declara su pesar por las alumnas que prefieren seguir una carrera universitaria: "dejarlas irse era desconsolador; gran parte del trabajo iba a perderse y la obra no podía quedar terminada sino se buscaba algún modo de retenerlas" (Escuela de Santa Teresa de Jesús. Prospecto y Reglamento, 1915, p. 5).

Los prospectos además informaban acerca de las asignaturas ofrecidas, compartiendo entre sí, la disposición de cursos humanistas, científicos, moral y religión, y de labores manuales, tales como bordado, dibujo, pintura y música. No obstante, en los informativos de los colegios que postulaban a exámenes, se hacía hincapié en la mayor dotación de los ramos humanistas.

Los prospectos publicaban las normas de funcionamiento del liceo. Por ejemplo, era común anunciar que las alumnas internas debían llevar sus propios catres y artículos de aseo, y que se les permitía salir los domingos. Los prospectos servían también de propaganda, por eso era usual la alusión al prestigio del liceo, adquirido de diversas formas, como ser el más antiguo de Santiago, obtener financiamiento del Estado o haber instruido a las alumnas con mejores resultados en los exámenes.