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comenzaron a cobrar preeminencia

La recién estrenada República de Chile decretó en la primera Junta de Gobierno del 21 de Febrero de 1811 libres de todo derecho la internación de imprentas y materiales relacionados, disposiciones que se ampliaron como norma permanente en el Reglamento de Aduana y Resguardos del Estado de Chile en el año 1822. Estas garantías para la importación de imprentas buscaban fomentar la creación de impresos de todo tipo, y favorecieron en cierta medida la aparición de nuevos talleres de impresión.

Así, en el diario El araucano del 10 de junio de 1832 se puede leer el siguiente aviso: "Armand Roger recién llegado de París tiene el honor de avisar al público que acaba de formar un establecimiento de encuadernación para libros de todas clases y litografías que suple a la talla dulce". Por talla dulce se entiende la técnica extractiva de grabado mediante un buril en una superficie metálica. No existen registros de grabados al buril en el Chile antes del siglo XX. Es probable que el primer libro con impresos litográficos, La memoria sobre los beneficios del cultivo del lino y el cáñamo, haya sido impreso en el taller de Armand Roger o que, al menos, este haya intervenido en su producción.

También alrededor de 1830 llegó al país Jean Baptiste Lebas, un comerciante con gran facilidad para dibujar. Durante la guerra contra la Confederación Peruanoboliviana, realizó una serie de caricaturas de Santa Cruz, que fueron divulgadas por medio de reproducciones litográficas. Esto determinó su cambio de oficio y la apertura de un taller de imprenta y litografía en 1836.

Al año siguiente se estableció la Imprenta y Litografía del Estado, cuya sección litográfica estuvo a cargo de Lebas, y su dirección administrativa, en manos de Diego Antonio Barros. Esto quedó registrado en el siguiente aviso, publicado también en el diario El araucano: "Por decreto del Supremo Gobierno la impresión de este periódico se hará en lo sucesivo en el nuevo establecimiento de la Imprenta y Litografía del Estado, calle del mismo nombre [...]. También se trabajarán toda clase de obras litográficas, sea en letras, dibujos de pluma, de lápiz, tarjetas doradas o sin dorado: se sacarán copias de toda especie de grabados". (El Araucano (379), 1 de diciembre de 1837).