Subir

Junta de Buenos Aires

El 25 de mayo de 1810 se conformó la Primera Junta de Gobierno de Buenos Aires. El proceso que dio origen a esta reunión se conoce como La Revolución de Mayo, iniciada frente a la oposición de algunas provincias a la primacía de la Junta que intentaba mantener la integridad territorial heredada por la organización colonial del virreinato de la Plata, del cual Buenos Aires había sido la ciudad capital. La Junta de Buenos Aires, organizó una expedición que persiguió extender y legitimar su autoridad. Varias ciudades del interior aprobaron y reconocieron al nuevo gobierno, sin embargo, provincias como Asunción, Córdoba y Montevideo lo rechazaron. Esta oposición significó un enfrentamiento en varios frentes contrarrevolucionarios locales que fueron sofocados por las fuerzas de la junta a través de tres campañas militares en cada una de estas ciudades.

Al Paraguay, la campaña se inició el 25 de septiembre de 1810. Al mando de Manuel Belgrano la expedición contaba con 200 hombres a los que se sumaron nuevos contingentes mientras se avanzada la ruta, llegando a unos mil hombres. En diciembre de ese año la expedición llegó y cruzo el río Paraná desde donde accedieron a Paraguay, dando paso al enfrentamiento militar en el combate de Campichuelo (19 de diciembre).

Frente a las numerosas fuerzas uruguayas-españolas, Belgrano sufrió graves derrotas. La más importante fue la batalla de Tacuarí el 9 de marzo de 1811, en que los defensores de la Junta debieron rendirse, pues estaban sitiados en una de las laderas del río (Tacuarí) y mantenían un contingente de sólo 200 hombres. A este sitio se le denominó Cerrito de los Porteños. Convenida la cesación de hostilidades, las tropas patriotas se retiraron el 10 de marzo, pese a los resultados adversos para la causa patriota, los aires independentistas también llegaron a Paraguay.

La expedición a la Banda Oriental se inició frente a la ciudad de Montevideo, que fue el centro de la resistencia realista en el Río de la Plata. Frente al pronunciamiento en contra de la Junta de Buenos Aires por parte del Cabildo de Montevideo, algunas zonas rurales al mando de caudillos locales reaccionaron apoyando a Buenos Aires y a cualquier medida anticolonialista. Bajo la conducción de José Gervasio Artigas, nativo de Montevideo, las provincias pelearon contra los realistas, unidos a las fuerzas bonaerenses al mando de José Rondeau, hasta que luego de un largo sitio y de incesantes combates, el 23 de junio de 1814 se produjo la rendición de la plaza de Montevideo.

Por su parte, tres fueron las campañas que la Junta de Gobierno de Buenos Aires organizó al Alto Perú (actual Bolivia). Luego de vencer la resistencia de la provincia de Córdoba, las fuerzas bonaerenses avanzaron hacia el norte, para asegurar la adhesión de las alejadas provincias del Alto Perú que controlaban la producción minera de plata en Potosí. Las provincias de Alto Perú, pidieron al virreinato de Lima ser incorporadas en su jurisdicción y así evitar la intervención de Buenos Aires. El Virrey del Perú Abascal aceptó la propuesta, entrando en conflicto directo con la Junta bonaerense. La primera campaña al mando de Antonio González Balcarce, terminó con la derrota patriota en Huaqui en 1811. El ejército totalmente desmembrado debió replegarse hasta Jujuy. Hubo una segunda campaña al Alto Perú en 1812 comandada por Manuel Belgrano, quien regresaba de la fallida expedición al Paraguay. El avance continuó hacia el norte pero, finalmente, el amplio ejército fue vencido por las fuerzas realistas limeñas del virrey Abascal y debieron regresar hacia el sur, a la altura de Tucumán.

La tercera campaña, igualmente fallida, estuvo en manos de José Rondeau, quien en primera instancia logró apoderarse de Potosí y Charcas, pero parte de su ejército se retiró dejándolo a merced de los ataques realistas. Finalmente, Rondeau fue duramente derrotado en la pampa de Sipe-Sipe en 1815, evidenciando la imposibilidad de debilitar el poder virreinal por esa ruta. Fue en esos momentos que la propuesta de San Martín de reemplazarla por la expedición a Chile y el ataque a Lima por mar se hizo concreta e incluso necesaria.

Luego de un largo periodo de inestabilidad política determinado por el conflicto entre los patriotas centralistas (Buenos Aires) y federalistas (provincias) Manuel Belgrano logró asegurar el éxito de la Independencia tras las victorias en las batallas de Tucumán y Salta. A ello cooperó también el apoyo y la organización de las campañas del Ejército Libertador de los Andes, abriendo posibilidades (entre 1815 y 1817) de una independencia en el Cono Sur que respaldara a la argentina. La declaración se realizó el 9 de Julio de 1816 en el Congreso de Tucumán.