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La mesa verde (1932)

La Primera Guerra Mundial remeció el imaginario de Europa en los inicios del siglo XX. El arte no quedó fuera de este impacto y comenzó a retratar esta experiencia desde su propio lenguaje. Kurt Jooss, quien se había iniciado en el movimiento de la danza moderna alemana, dejó de lado la experimentación abstracta para aunar en escena las bases de la estructura de la danza académica con la gestualidad, rompiendo así con la mecanización de la técnica e integrando una imagen más natural de la danza en su forma y en su contenido. La mesa verde fue creada en 1932, con la intención de ser presentada en el Congreso de París, un evento artístico reconocido como un festival de novedades. Jooss aceptó el desafío junto con su compañía, patrocinado por un mecenas que lo incentivó a participar.

La obra se inicia con la presencia de un consejo de ancianos en torno a una mesa discutiendo el destino de las naciones. La muerte aparece como el personaje principal. Una serie de personajes, entre ellos el abanderado, el soldado, la vieja madre, la partisana y el acaparador, van representando las vivencias de la guerra hasta que son enfrentados y guiados por la cadavérica imagen de la muerte.

Esta obra no solo ha sido reconocida como uno de los íconos de la danza moderna alemana, sino que además se ha convertido en uno de los referentes de la historia de la danza en Chile. Ernst Uthoff y Lola Botka, fundadores de la Escuela de Danza de la Universidad de Chile, formaron parte del primer elenco de los ballets Jooss, interpretando por primera vez La mesa verde. En 1948 fue el propio Jooss quien aceptó el desafío de montar dicha obra en Chile con el flamante elenco del ballet de la Escuela. Patricio Bunster, Malucha Solari, Joan Turner, Alfonso Unanue, Octavio Cintolesi y Jorge Luis Cáceres participaron en este montaje. La obra se mantuvo como parte del repertorio de la compañía incluso luego de la disolución de los ballets Jooss, y el Ballet Nacional Chileno la montó hasta entrada la década de los ochenta.

Se considera que La Mesa Verde es un espejo de la realidad política y social de la Alemania de postguerra. Su fuerza escénica y contenido social la han mantenido vigente pese al paso de los años.