En la década de 1960, una gran cantidad de revistas proliferaron en la escena cultural chilena, las que fueron fundadas principalmente por grupos literarios y universidades. Las primeras en entrar en circulación fueron: Trilce, que informalmente nació en 1963, y formalmente en 1964, y prolongó su existencia hasta 1973; Orfeo (1963); Arúspice (Concepción) y Ancora (Antofagasta), ambas creadas en 1965. Otras revistas publicadas en 1966 fueron: Aisthesis, Litoral, Quilodrán y Dilemas.

En 1967 se constituyeron: Árbol de Letras y Signos (Valparaíso) y, posteriormente, en 1969, apareció Cormorán. Luego, fue fundada Tebaida, formada por alumnos y profesores de la Universidad de Chile de Arica, Iquique y Antofagasta.

Por su parte, la Editorial Quimantú aportó con una excelente publicación, titulada La Quinta Rueda en 1972.

Estas revistas tuvieron un rol fundamental en la difusión de los jóvenes poetas y narradores.