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promovían el consumo través del erotismo

El realce de los atributos físicos femeninos fue utilizado en avisos publicitarios de productos de belleza, pero también en aquellos dirigidos al consumo doméstico como la adquisición de lámparas, de brebajes como el té o de productos de interés preferentemente masculino como automóviles y cigarros.

Las mujeres comenzaron a ser retratadas en sugerentes poses y provistas con menos vestimenta que lo habitual, y en ocasiones, fumando. La apariencia femenina frágil, pasiva y pudorosa, tradicional en las ilustraciones de moda y publicidad, contrastaba con nuevas imágenes donde las mujeres eran protagonistas de juegos de seducción que transmitían desenvoltura y determinación.