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Moda

La moda de los años veinte y treinta era de cortes más simples y descubría más piel que la de antaño; además, en las revistas frecuentemente aparecían dibujos de mujeres sin sombrero, usando una melena corta al estilo garçonne.

Los magazines eran el espacio predilecto para la publicidad de la moda. En la revista La Mujer, Gath y Chaves no sólo apostó por publicar avisos, sino que patrocinó el diseño de figurines en la sección de moda de todos los números. En las primeras décadas del siglo XX, las grandes casas comerciales también vendían indumentaria cómoda y económica para aquellas mujeres que incursionaban en el mundo laboral. No obstante, la confección de la ropa a cargo de modistas o de las propias interesadas todavía era la elección más frecuente, tanto en la moda ostentosa como la más sencilla. Para este fin, los magazines solían incluir moldes y publicitaban el lugar en donde podían obtenerse. Una de las estrategias comerciales de las tiendas de moldes fue, por ejemplo, incluir cupones en La Revista Azul para adquirirlos a un precio rebajado. Asimismo, al igual que los periódicos, los magazines incorporaron cuantiosa publicidad de máquinas de coser.