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Instituciones caritativas del siglo XIX

Las ramas femeninas del Instituto de Caridad Evangélica, también conocido como Hermandad de Dolores, y de las Conferencias de San Vicente de Paul, surgieron en 1864 y 1890 respectivamente. La primera proveía asistencia médica a través de dispensarios, mientras que la segunda tenía como misión, acudir en busca del pobre para ofrecerle apoyo material y, sobre todo, espiritual. Las damas de la elite participaban en la Hermandad de Dolores coordinando sus funciones, recaudando fondos a través de colectas o de la venta de productos fabricados por ellas mismas o por sus protegidas, y también, al igual que las Conferencias, visitando los hogares de los pobres. Dentro de las instituciones que ofrecían amparo a la infancia desvalida, cabe mencionar la Sociedad Protectora de la Infancia que se fundó hacia fines del siglo XIX. Sus fundadoras fueron Emiliana Subercaseaux de Concha y Josefina Gana de Johnson. La institución albergaba a niños y les procuraba instrucción escolar. Además dispuso de dispensarios para el suministro de desayuno a madres pobres y leche para sus hijos.