La poesía de Mahfud Massís provocó elogiosos comentarios de la crítica especializada. La obra de este autor fue considerada como una de las formulaciones poéticas más intensas y dramáticas de la lengua castellana. Además, destacaron en los versos del poeta una voz propia -alejada de las propuestas poéticas de sus contemporáneos-, de estirpe simbolista, cuyo tema recurrente fue la muerte y la denuncia social.

Su suegro, Pablo de Rokha, define su poesía diciendo: "En nadie, quién sabe, brama tan aguda angustia y tan acendrada y macerada desolación humana, como en Mahfúd Massís, poeta de los viejos aceros y la gran cuchilla mahometana. (...) Mucha sabiduría vieja acumula este escritor nuevo, con presente fuerte y clamador y alguna vez, hace juicios grandes, de alcance racional hondo, que son la cimentación conceptual de la diagonal del forjador de imágenes, trazada de mundo a mundo en la cultura. A tanta distancia, como profundidad, del régimen poético de los últimos snobs, Mahfúd Massís construye su vocabulario con vistas a una dirección entrañable del inconsciente, entregado al desolado humor de su índole y al imprevisto devenir heracliteano (...) Saludo a Massís, acendrado y desterrado varón contemporáneo de ya ancianas razas, a un compañero de jubileo creador, en lo ilimitado de la imagen y, desnudo de mí, y del horror ancestral que me origina, escucho su estilo de materias, por eternas, soberbiamente inauditas y elementales". (Massís, Mahfúd. Las bestias del duelo. Santiago: Ed. Multitud, [19--]. p. 5-7.)