Escritorio fue el segundo y último libro que publicó Martín Cerda. Posteriormente, trabajó en tres proyectos que iban a ser auspiciados por la editorial Universitaria: Montaigne y el Nuevo Mundo; Crónicas de viajeros australes y una completa bibliografía de Roland Barthes, sin embargo éstos fueron destruidos por un incendio que sufrió su biblioteca personal en 1990.

Escritorio es un largo ensayo que Martín Cerda concibió en el invierno de 1969, mientras se encontraba en Cachagua. El libro nació como una introducción a una posible colección de ensayos publicados en el curso de la década de 1960 en diferentes revistas y diarios chilenos y extranjeros y de a poco se fue extendiendo hasta convertirse en un texto completo. A partir de esto, Martín Cerda reflexionó en el prólogo: "El escritor que imagina que cada libro que produce es un objeto definitivo, pleno o suficiente, está sólo mostrando la insuficiencia o invalidez de su escritura. Una sucesión de poemarios 'definitivos' no bastan en rigor, para hacer un poeta, sino que cada uno de ellos sólo repite la incontinencia del versificado. El verdadero escritor se reconoce, en cambio, en la angustia o el terror del acto de cerrar un texto, porque, consciente del juego interminable de escribir, siempre conoce la insuficiencia de cada jugada".