El diario El Mercurio de Valparaíso es uno de los más emblemáticos de la prensa nacional. Hasta 1900 existió sólo en el puerto de Valparaíso, pero desde entonces comenzó a publicarse también en Santiago. La empresa siguió creciendo y comenzó a publicar diarios con otros nombres como La Estrella, vespertino de Valparaíso, Las Últimas Noticias y La Segunda, vespertinos de Santiago. Posteriormente la empresa imprimió periódicos en Antofagasta y en Valdivia. En sus propias salas de redacción, bajo una sociedad independiente, comenzaron a publicarse a partir de 1905 algunas revistas como Zig- Zag, que dejó profunda huella en miles de lectores chilenos de la primera década del siglo XX.

La permanencia y expansión de El Mercurio en el tiempo es un caso excepcional en el periodismo chileno. En 1958 Raúl Silva Castro escribía, medio en broma, medio en serio, que este diario debía su éxito a que había sabido plegarse a los gustos del público chileno y moldear a sus lectores, a lo cual se sumaba el trabajo de los mejores editores, con las mejores máquinas de escribir y con el más importante sistema de avisos y agencias de distribución. Todo ello había transformado a El Mercurio en una especie de institución nacional, tan consustancial a la vida del país como cualquiera de las que, reconocidas por la constitución política, daban el estilo de la existencia patria.