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Novela de folletín

Cabe distinguir que la narrativa folletinesca presentaba dos modalidades de edición y distribución. La primera, correspondiente a la novela de folletín propiamente tal, es aquella que se publicaba fragmentada, como sección fija de aparición periódica en la parte inferior de las primeras páginas de algunos diarios. La segunda es la novela por entregas, que también corresponde a una obra -acabada o en vías de creación o traducción- distribuida por partes con arreglo a una periodicidad mensual, bimensual o semanal, pero se distingue de la anterior en que podía ser entregada a domicilio o recogerse en lugares conocidos por el público (Estébanez, Demetrio. Diccionario de términos literarios, p. 423).

En Francia, varios novelistas publicaron sus obras como folletín, cuya forma de distribución, ágil y económica, permitió darlas a conocer rápidamente en su país y el extranjero. Honoré de Balzac, Alexandre Dumas y Charles Dickens, en Inglaterra, se cuentan entre ellos (ibíd.). Tal vez sea por el origen francés de esta modalidad particular de publicación de novelas o, bien, porque en aquel país hubo un amplio desarrollo de la novela realista e histórica, que los diarios chilenos rápidamente adoptaron esta modalidad, incluyendo, la mayoría de las veces, traducciones de famosas novelas francesas. El éxito de esta manera de publicar resultó ser una manera efectiva de propagar las ideas gestadas en Europa, así como las distintas corrientes literarias.

A través del folletín de los diarios chilenos se publicaron novelas de escritores como Georges Sand, Lord Byron, Eugène Sue, Teophile Gautier, León Tolstoy, Edgar Allan Poe, Julio Verne, Paul Feval, Alfred de Musset, Benito Pérez Galdós y Nathaniel Hawthorne.