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extranjeros

A mediados del siglo XIX, durante el gobierno de Manuel Bulnes (1841-1851), se puso en marcha una intensa política de inmigración, con el objetivo fundamental de colonizar las vastas zonas deshabitadas del territorio nacional. Sin embargo, el aporte que significó el arribo de extranjeros a nuestro país no solo se apreció en la ocupación territorial, sino también en la actividad cultural. Numerosos académicos, humanistas y científicos, en su mayoría provenientes de Europa se integraron a la sociedad chilena durante ese siglo; algunos contratados por el gobierno, otros escapando de problemas políticos en sus respectivos países, como fue el caso de Domingo Faustino Sarmiento. Varios de estos intelectuales, como Ignacio Domeyko, Andrés Bello, Rodulfo Armando Philippi, Lorenzo Sazié y Jean Gustave Courcelle-Seneuil desarrollaron parte importante de su obra en Chile, contribuyendo con ello al fortalecimiento de la educación y a la difusión del conocimiento en el período en que la nación se organizaba como país independiente.