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La Voz Femenina (1925)

"La pobre humanidad está herida de muerte, y solo los (...) poderes de la mujer, empapadas en el bálsamo cristiano son capaces de restaurar la sangre y cicatrizar las heridas"

Vehículo de propaganda de la Unión Patriótica de Mujeres de Chile, comenzó a editarse en 1925 y circuló tanto en la capital como en provincias. Sus directoras fueron Elvira Ovalle de Errázuriz y Elena del Real de Villalón. El periódico clasificaba en la categoría de prensa dedicada a la mujer y al hogar, pero hacía hincapié en la identidad católica de la organización que representaba. "Caridad y fe" junto a "Dios y política" eran los lemas que el diario siempre reproducía en los ángulos superiores de sus portadas. En la misma línea del periodismo de la Liga de Damas Chilenas, La Voz Femenina bregó por el resguardo del pudor en el espectáculo, las lecturas, la moda y las costumbres, y la defensa del catolicismo. También se asemejaban en su interés por las trabajadoras, concentrándose en aquellas contratadas en oficinas, el comercio y la industria. La publicación asignaba una sección obrera para asuntos laborales y sindicales, redactada por las mismas empleadas y, en otros de sus artículos, solidarizaba con la causa de mejorar sus condiciones de trabajo. Esta dedicación no estaba exenta de un afán moralizante hacia las mujeres populares. No obstante, su atención en la contingencia política, más allá de los temas eclesiásticos, marcaba una diferencia con el Eco de la Liga de Damas Chilenas y La Cruzada, ambos periódicos de la Liga.

La Voz Femenina brindaba apoyo a los candidatos conservadores y además defendía una postura nacionalista frente al imperialismo norteamericano. Por otra parte, el "feminismo católico" que se atribuía el movimiento, se comprometía con la emancipación femenina política, civil y económica que no era parte de los objetivos de la Liga de Damas Chilenas. Otro punto en que diferían estas publicaciones era en los contenidos de entretención. La Voz Femenina publicaba para sus lectoras cuentos, partituras musicales, instrucciones para elaborar manualidades, juegos y noticias de la vida social. También se dirigía a las dueñas de casa con consejos de cocina, botánica, puericultura, economía doméstica, entre otros. Incluso contenía una sección con los pronósticos de las carreras de caballo.