Órgano semioficial del partido Democrático, El Ají se publicó entre 1889 y 1893 bajo la dirección del obrero y tipógrafo Hipólito Olivares. A través de un lenguaje popular que los diferenciaba de otros periódicos satíricos como El Fígaro, los redactores de El Ají criticaron a los dos bandos en conflicto, tanto al gobierno de Balmaceda como al Congreso. Bajo esta mirada, ambos eran considerados como representantes de la oligarquía que explotaba a las clases populares. Tras el fin del conflicto de 1891, El Ají continuó analizando los hechos desde una mirada que privilegiaba la contradicción entre ricos y pobres, denunciando las precarias condiciones de vida de estos últimos.

Por su parte La Pimienta, que al igual que El Ají asumía una posición crítica frente a los dos bandos en conflicto, fue un periódico de breve duración que circuló entre septiembre y octubre de 1890. Ligado también al Partido Democrático, se presentaba como un periódico dirigido a la mujer popular, redactado también por mujeres.