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La Florista de Lugano (1902)

En 1895 la empresa Salvati del Teatro Municipal estrenó la ópera La Florista de Lugano del chileno Ortiz de Zárate, "único chileno que se ha dedicado al teatro lírico exceptuando a Remigio Acevedo", a quien Jules Massenet calificara como un "ardiente compositor", "lleno de talento" (Uzcategui, pp. 216-217). Escrita en italiano -como era la usanza de la época-, con texto de Tito Mammoli, esta pieza fue conocida también por su nombre en ese idioma, "La Fioraia". La historia transcurre en 1800 a orillas del lago Lugano, y narra un drama pasional que culmina trágicamente.

La obra se estrenó en el Teatro Municipal con mucho público. Pese al retraso con el que comenzó la función, el éxito fue total. Los asistentes comentaron el espectáculo por semanas y el evento alimentó cierto espíritu patriótico propio de un estreno nacional. Los cantantes fueron: Sara César, Gallofré y Frau. Un mes después se presentó en el Teatro Victoria de Valparaíso, cosechando elogios de la prensa. Debió estrenarse en el teatro Quirino de Roma en 1907, pero no se pudo.

En la crítica que realiza Uzcategui de la obra, esta ópera "está desprovista de interés, es demasiado corta para llenar el programa de una noche y no alcanza siquiera la altura de muchas óperas mediocres que tanto abundan en el repertorio italiano. Con todo, así como hay público que en las representaciones de varias óperas mañas aplaude a rabiar hasta en los trozos más detestables, parte de la concurrencia llamó al autor a escena al final de cada uno de los actos" (Uzcategui, p. 224).