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Cierre de la Academia de Bellas Artes

Pese a los esfuerzos del director Carlos Isamitt por darle una nueva dirección a la Escuela de Bellas Artes, en 1928 el ministro Pablo Ramírez la declaró en reestructuración durante tres años. El presupuesto anual de 1929 de la escuela fue destinado al envío de un grupo de profesores y alumnos a un perfeccionamiento a Europa. La Escuela de Artes Aplicadas, mientras tanto, mantuvo abiertas sus puertas e incrementó su número de alumnos debido a la falta de espacios de educación artística universitaria. Parte de esta reestructuración implicó también la integración de la Escuela de Bellas Artes a la Universidad de Chile y la formación de la Facultad de Ciencias y Artes Aplicadas, la cual estaba integrada por el Conservatorio Nacional de Música y la Escuela de Artes Aplicadas.

Sin embargo, debido a la crisis económica mundial y el declive de la dictadura de Carlos Ibáñez, el proyecto de perfeccionamiento no pudo ser completado y la mayoría de los becados debió regresar antes del período estipulado. En 1931 volvió a abrirse la Escuela de Bellas Artes y en 1932 surgió la Facultad de Bellas Artes, que incorporaba los centros educativos que se encontraban bajo la Facultad de Ciencias y Artes Aplicadas.