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Editorial Universitaria se declara en quiebra

A propósito de la crisis financiera que la Editorial Universitaria enfrentó a partir del segundo lustro de la década de 1990 y que terminó con su declaración de quiebra en el año 2000, Eduardo Castro, ligado a Universitaria desde sus inicios, declaró: "Las ideas fundamentales que estuvieron presentes en la creación de la Editorial Universitaria (…) fueron que para cumplir sus objetivos culturales, la editorial no tendría como objetivo el lucro pero sí que se manejaría como una sociedad comercial e industrial que debía producir utilidades para destinarlas principalmente a su propio crecimiento y, además, repartir dividendos a sus accionistas en la medida de lo posible.

Esto se cumplió pues sus ejecutivos y el personal, con gran amor a esta tarea, espíritu de sacrificio y sueldos modestos, lograron llevar la Editorial de una salita de ventas, un taller de mimeografía e imprenta con máquinas antiguas hasta el lugar destacado que alcanzó en el medio cultural y educacional de Chile y América Latina.

Estos valores se mantuvieron permanentemente hasta el año 1994, en que los nuevos ejecutivos, salvo honrosas excepciones que hay que destacar, los olvidaron totalmente amenazando de forma grave el trabajo de 50 años" (Castro Le-Fort, Eduardo. Breve historia de la editorial Universitaria. Santiago: Universitaria, 1999, p. 7).