Aun cuando el sello distintivo de la Editorial Universitaria fue la difusión de la producción académica de la casa de estudios, también se dedicó a editar publicaciones de corte comercial con el fin de favorecer la captación de manuscritos.

En su amplio catálogo, podemos encontrar libros de autores tan disímiles como el historiador Jaime Eyzaguirre, el filósofo Humberto Giannini, la escritora Marcela Paz, el poeta Eduardo Anguita, el narrador Mauricio Wacquez, el biólogo Humberto Maturana, el lingüista Rodolfo Oroz o el pensador belga Armand Mattelart, entre muchos otros, además de una considerable cantidad de traducciones de clásicos y lecturas obligatorias en liceos y colegios.

A través de sus diferentes sellos y colecciones, Universitaria desarrolló una variada línea editorial. "Ediciones Universitarias", que publicaba obras especializadas escritas por profesores de la Universidad de Chile, "América Nuestra" y "Letras de América", las colecciones "Tiempo latinoamericano", "Estudios Internacionales" o "Escritores Coloniales de Chile", entre otras, contribuyeron a que, en 1970, Editorial Universitaria alcanzara la hasta entonces inédita cifra de 90 títulos publicados en un año.

Mención aparte merece la serie de libros de bolsillo "Cormorán", proyecto que nació en junio de 1967 con el fin de llegar a un público amplio a través de ejemplares de bajo costo de producción y venta. En seis años el sello publicó 163 títulos en 15 colecciones. Algunas de ellas fueron: "Los Presentes", "Los Fundadores", "Escritores de otra orilla", "Testimonios", "Los clásicos", "Teatro", "Recursos Naturales de Chile", "El Mundo de la Ciencia", "Ideas e indagaciones", "Libros para el estudiante", "Manuales y monografías", "Imagen de Chile", "Imagen de América Latina" y "Problemas de nuestro tiempo". A partir de este sello nació la revista Cormorán, que contó en la dirección con Enrique Lihn y la colaboración de Germán Marín.

Si bien las publicaciones de cada una de las series y colecciones eran proyectadas por el equipo editorial en conjunto, hubo algunos directores de colecciones que realizaron propuestas particulares en torno a los libros que elegían. Entre estos se puede nombrar a Pedro Lastra y Juan Uribe Echeverría, que estuvieron a cargo de la colección "Letras de América", colección que buscaba dar cuenta de la realidad literaria desde una perspectiva continental, y Clodomiro Almeyda, que estuvo a cargo de la colección "América Nuestra", la que publicaba libros que difundían nuevas perspectivas sobre las culturas latinoamericanas.