Instigados por el afán de cambio social, los jóvenes buscaron en las diversas juventudes políticas un medio para canalizar sus inquietudes e intereses en el ámbito social y político. De la misma forma que el grupo al cual representaron, aquellas surgen durante distintos períodos del siglo XX, destacando la fundación de la Juventud Radical (JR) en el año 1917, las Juventudes Comunistas (JJCC) en 1932, y las Juventudes Socialistas (JS) en 1934. Aunque presentaron entre sí diversos grados de divergencia ideológica, podemos establecer que todas ellas desempeñaron un rol de primera importancia como espacios de reflexión, diálogo y participación para sus integrantes, así como importantes agentes articuladores de movimientos sociales de la época.