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estudios de género

El alcance del feminismo se amplió gracias a la perspectiva provista por el concepto de género, el cual pasó a constituirse en una categoría de análisis político, social y cultural. En virtud de su raíz sicológica y cultural, la noción de género proporciona nuevos parámetros para interpretar los fenómenos culturales, al poner de manifiesto cómo intervienen los planos de lo público y lo privado en la construcción de los sujetos y sus identidades.

Desde el punto de vista político, la aplicación del género supone una aproximación abierta y democrática a los problemas sociales, por cuanto entrega datos acerca de modos de comportamiento de una cultura, tal como se hace respecto de otras variables como las de clase, etnia o raza. Para la labor historiográfica, el género se presenta como una consecuencia metodológica o como su punto de partida. En las ciencias humanas, la incorporación del género como unidad conceptual ha implicado la crítica y reformulación de las prácticas convencionales.

Julieta Kirkwood sentó un precedente para la teorización del género en el ámbito latinoamericano. Para ella, "el feminismo tiene por objeto desentrañar las raíces de la discriminación sexual, con el fin de promover la modificación de las pautas culturales y sociales que la sustentan" (Kirkwood, Julieta. Feminarios, p. 27).