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Juan Luis Espejo

Juan Luis Espejo tuvo la fortuna de vivir prácticamente durante todo el siglo XX, lo que le permitió compartir con distintas generaciones de historiadores nacionales, especialmente con los miembros de la Academia Chilena de la Historia, la Sociedad Chilena de Historia y Geografía y el Instituto Chileno de Investigaciones Genealógicas. Quienes lo conocieron, destacaban su erudición y meritos intelectuales, junto con su extraordinaria simpatía, amenidad y carácter afectuoso en las tertulias históricas en que solía participar. Entusiasta de los estudios históricos, alentaba a los jóvenes para perseverar la genealogía. Su amigo Guillermo Feliú Cruz señaló que "tenía una pluma elegante y fácil. Poseía una dicción castiza, correcta, de clásico sabor modernista. A la seriedad en la investigación, unía una cualidad que no es característica ordinaria del erudito. Era dueño de un humor sano, de una ironía fina" (citado por Luis Lira Montt "Juan Luis Espejo y la genealogía chilena", Boletín de la Academia Chilena de la Historia, (96): 511, 1985).

Si bien no llegó a ejercer la docencia, creó a su alrededor un grupo de discípulos a quienes traspasó su amor por la genealogía y métodos para la investigación.