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contención de las demandas sindicales

La invasión alemana a la Unión Soviética en junio de 1941 tuvo implicancias directas en la situación de los trabajadores en los países occidentales. La influencia que ejercía el Partido Comunista en el movimiento sindical provocó que muchos gremios acogieran el llamado a contribuir a la guerra, lo que privilegió la formación de un frente de unidad nacional contra el nazismo. Las reivindicaciones de los trabajadores fueron supeditadas al objetivo de derrotar al nazismo. En Chile, el sector económico más sensible fue el de la minería del cobre, debido a la exportación que se hacía de este mineral, a los países aliados. Hasta el fin de la guerra en 1945, la estrategia de unidad nacional fue asumida por la Confederación de Trabajadores de Chile (CTCh) y, en especial, por las federaciones controladas por los comunistas como la Federación Industrial Minera.