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ensayista y literato

Lastarria fue uno de los impulsores de la literatura nacional, entendiéndola como un medio por el cual la nación adquiría conciencia de sí misma y forjaba su identidad. Perteneció a la Generación de 1842, el primer grupo de literatos propiamente formados en los valores nacionales y republicanos, y su obra como escritor y crítico literario fue pionera en este ámbito.

La producción narrativa de Lastarria se caracterizó por su heterogeneidad genérica, en la medida en que escribió cuentos, novelas, historiografía, ensayos, memorias y manuales de enseñanza. Esto se explica al entender a José Victorino Lastarria como un intelectual que antepuso la ideología -la liberal acérrima- a cualquier otro tipo de interés. La multiplicidad de formas narrativas usadas por Lastarria le significó, sin embargo, una subestimación de su obra literaria, ya que sus textos más relevantes, como El Mendigo o Don Guillermo, suelen centrarse más en cuestiones de fondo político que en un estilo literario depurado.

Todas sus obras, independiente de la adscripción disciplinaria a la que pertenezcan, poseen un mismo camino y un método asimilable: la denuncia de la permanencia, en su tiempo, de los nefastos valores coloniales heredados de la metrópoli, y las claves de la fundación de un nuevo orden que permitiera la libertad individual; y la filosofía de la historia como estrategia de construcción y análisis de ese pasado ominoso que era necesario dejar atrás para forjar una verdadera y auténtica identidad chilena.