Subir

Federico Guzmán Frías (1827-1885)

El pianista y compositor Federico Guzmán Frías es considerado el músico chileno más importante del siglo XIX. Nacido en el seno de una familia musical con raíces mendocinas y limeñas, Guzmán manifestó desde pequeño habilidades en el piano, componiendo incluso algunas obras, como su conocida zamacueca, publicada en 1851 por la casa editorial de su padre, Eustaquio Guzmán I. En 1866, el célebre pianista y compositor norteamericano Gottschalk reparó en los dotes de Guzmán y decidió estimularlo y apoyarlo para que se perfeccionara en París ese mismo año. Una vez allá brindó numerosos conciertos privados y públicos como solista y con acompañamiento de orquesta sinfónica. También alcanzó un objetivo impensado para aquella época: acreditar y editar sus composiciones en las grandes casas editoriales de música europeas, como Schott.

En 1869 regresó a Chile y se dedicó laboriosamente a dictar clases, dar conciertos y componer, impresionando a sus compatriotas con el bagaje adquirido en el viejo mundo. Inquieto por continuar con su desarrollo como artista y curioso por conocer sus antepasados, partió en 1872 a Lima, donde fue tan bien acogido que decidió quedarse durante siete años, regresando luego al país y coincidiendo con los inicios de la Guerra del Pacífico. Pero Guzmán no alcanzó a vivir este período en Chile pues pronto viajó a Argentina y, particularmente, a Brasil, donde residió trabajando como profesor y continuando su labor como compositor de obras para piano. Como corolario de una vida nómada, Guzmán partió nuevamente a París, donde falleció el 8 de agosto de 1885.

La vida y carrera musical de Federico Guzmán encarna en cierta forma el ideal del músico romántico del siglo diecinueve: un artista dual (pianista-compositor) de vida viajera y virtuosismo exuberante, creador prolífico y personaje ilustrado, fuertemente influido por la cultura francesa reinante y por la música de los grandes intérpretes-compositores de la época, como Frederic Chopin y Franz Liszt.

El catálogo de la obra de Guzmán incluye más de 200 obras, casi todas para piano, de las cuales una décima parte corresponde a creaciones de depurada calidad musical, como por ejemplo "Gran Vals", "Danza de Concierto", "Gran Mazurca", "Marcha Solemne" y su conocida "Scherzo y Danza" (Opus 54).