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Círculo de Periodistas de Rancagua

El Círculo de Periodistas de Rancagua reunió a los hombres de prensa de la provincia con el objetivo de luchar por los ideales comunes de aproximación al pueblo y, en ese sentido, aportar soluciones a los problemas locales, regionales y nacionales. Su fundador fue el peruano Luis Aníbal Fernández, más conocido como LAF, quien llegó a Chile durante la dictadura de Augusto Leguía. Él, junto con varios jóvenes intelectuales entre los que destacaron Óscar Castro, Gonzalo Drago, Félix Miranda y Óscar Vila, dieron vida a esta agrupación, en cuyo periodo de esplendor realizaron actividades de carácter literario y artístico y los primeros Juegos Florales rancagüinos. Asimismo, editaron una revista, Verbo, que en su primera editorial declaró el pensamiento del grupo: "No venimos a servir ninguna determinada ideología político-social ni a abanderizarnos con ningún bando en lucha. Formamos una revista de cultura para servir exclusivamente a la cultura, para luchar enérgicamente por la cultura. Para la ciudad de Rancagua, Verbo habrá de ser la poderosa antena que mes a mes recoja lo más elevado de sus inquietudes y lo más serio de sus agitaciones".

El Círculo de Periodistas decidió disolverse en noviembre de 1934, porque la Segunda Convención Nacional de Periodistas obligó a todas las asociaciones a cumplir ciertos requisitos para ser reconocidos por la Asociación de Periodistas; uno de ellos era que todos los miembros debían probar que su profesión era la de periodista. Ante esto, LAF y sus amigos, decidieron dar término a su sociedad: "Varios de los miembros del Círculo -entre los que destacaban Luis Aníbal Fernández y el poeta Óscar Castro- comprendieron entonces que había una diferencia insalvable entre aquella agrupación gremial y la reunión libre de amigos e intelectuales. Fue el primero de ellos el que por medio de cuatro artículos publicados en La Semana invitó a artistas e intelectuales rancagüinos a crear una nueva institución que continuara con la labor cultural que había hecho hasta entonces el Círculo de Periodistas" (Edison Ortiz. "Honor y gloria a Los Inútiles", El Alba, (71): 25, diciembre, 1999).

Así fue como nacieron Los Inútiles, un grupo literario que continuó los propósitos culturales trazados por el Círculo, pero sin hacer caso a los estatutos y reglamentos.