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Fusión de las revistas Luz i sombra e Instantáneas

En 1900, empezaron a circular en Santiago de Chile diversas revistas culturales, entre ellas Pluma y Lápiz (1900-1904) de Marcial Cabrera Guerra (1871-1912), La Ilustración, de los hermanos Poblete Cruzat y los semanarios Luz i sombra, de Alfredo Melossi e Instantáneas, de Joaquín Díaz Garcés (1877-1921).

La revista Luz i sombra se inició el 24 de marzo de 1900 y se publicó, de manera ininterrumpida, hasta el 1 de septiembre de 1900. En esta fecha, su director, Joaquín Díaz Garcés, por los compromisos que le exigía la edición de El Mercurio de Valparaíso, vendió la revista por unos tres mil pesos a Alfredo Melossi y dejó de colaborar en su edición al momento de su traspaso. De esta fusión nació Instantáneas de Luz i sombra.

En la última edición de Instantáneas, el 2 de septiembre de 1900, Díaz Garcés dirigió palabras de despedida al público lector: "La empresa de Luz i sombra, deseando servir mejor a sus lectores, ha adquirido nuestra publicación que continuará saliendo los domingos bajo el mismo nombre, pero con la dirección personal de aquella empresa".

Instantáneas de luz y sombra: semanario festivo, literario, artístico y de actualidades continuó con la numeración de la revista Luz i sombra. En la editorial del primer número, rotulado con el número 25, la nueva dirección explicó la fusión de los dos semanarios en "Dos palabras": "Luz i sombra entra hoy en una nueva faz de su existencia. Fusionada con la magnífica revista Instantáneas, le será más fácil realizar la labor de progreso y mejoramiento, que fue uno de los números principales del programa que prometió a sus lectores. En estas condiciones continuaremos con fe y entusiasmo la obra empezada, procurando siempre mantener vivo el interés y variedad de la lectura e ilustraciones de este semanario.

No se nos ocultan las dificultades y escollos que tendremos que salvar para cumplir nuestras promesas. El favor que el público nos dispense sabremos aprovecharlo en el solo beneficio de nuestra publicación, introduciendo reformas y mejorándola cuanto sea posible, dentro de sus medios de vida y los elementos que para su confección dispongamos.

Nuestra mayor satisfacción será poder cumplir los propósitos de que estamos animados, ofreciendo una revista que satisfaga cumplidamente las exigencias del público" ("Dos palabras". Instantáneas de luz y sombra. Año 1, número 25, 9 de septiembre de 1900, p. 1-2).

El semanario Instantáneas de luz y sombra fue financiado con la suscripción de sus lectores y aunque al momento de su publicación muchos se mostraron escépticos de su éxito, logró editarse semanalmente por dos años y sin interrupción hasta el 29 de diciembre de 1901. Por ello, cuando se cumplió el primer aniversario, el 24 de marzo de 1901, la directiva escribió una carta a su público destacando el triunfo editorial: "La primera jornada está hecha. La frágil y airosa nave de Luz i Sombra e Instantáneas ha cruzado el charco, el gran charco de la indiferencia y de la desconfianza del público chileno, y entra en mar bonancible a navegar con viento próspero saludado ya como amigo, a quien se conoce y espera con su risueña carga dominguera de flores del ingenio y del arte ¡un año de vida!" (La Dirección. "Aniversario". Instantáneas de luz y sombra. Año 2, número 53, 24 de marzo de 1901, p. 1).

Hasta la edición ochenta y cuatro, del 27 de octubre de 1901, la revista llevó el título de Instantáneas de luz y sombra: semanario festivo, literario, artístico y de actualidades. A partir del número ochenta y cinco volvió a llamarse Instantáneas: semanario festivo, literario, artístico y de actualidades.