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Enrique Molina Garmendia (1871-1964)

Enrique Molina Garmendia nació en la ciudad de La Serena en el año 1871 y falleció el 6 de marzo de 1964 en Concepción.

De profesión docente, Enrique Molina desempeñó una intensa actividad en el campo educacional, destacando por su constante preocupación en torno a la necesidad de hacer de la educación una herramienta efectiva para sostener la democracia y promover el bienestar social.

Tras concluir sus estudios en el Instituto Pedagógico, y obtener además el título de abogado, Enrique Molina ejerció como profesor en el Liceo de Chillán, siendo más tarde elegido rector del Liceo de Hombres de Talca, en 1905, y del Liceo de Hombres de Concepción en 1916. En esta ciudad impulsó la creación de la que más tarde sería la Universidad de Concepción, entidad que posteriormente lo nombró Rector Vitalicio. Fue además académico de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Chile y ocupó el cargo de Ministro de Educación entre los años 1947 y 1948, durante el gobierno de Gabriel González Videla.

Su labor y reflexión pedagógicas estuvieron centradas en promover la educación integral de los estudiantes. Esta debía constar no solo de una base científica que les permitiera desempeñarse con éxito en las actividades requeridas para fomentar el desarrollo del país, sino poseer además un sólido cuerpo de valores humanistas que los hiciera sensibles a su entorno social. En este sentido, criticó las deficiencias tanto de la formación técnica como de la profesional pues, según su juicio, era necesario formar personas completas que fueran capaces de vincularse con la realidad del país y poner sus aptitudes y facultades al servicio del bien común.

En su extensa carrera docente, Enrique Molina produjo gran cantidad de artículos, libros y estudios, centrados en temáticas filosóficas, pedagógicas y sociológicas. Su pensamiento encontró en las páginas de la revista Atenea un espacio de proyección.

A Enrique Molina, se le otorgaron importantes premios y honores durante su carrera. Entre estos, fue nombrado Doctor honoris causa de la Universidad de Chile.