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George Anson

En las primeras décadas del siglo XVIII, las potencias de España e Inglaterra competían por el tráfico mercantil y por el comercio colonial. Para los ingleses, las colonias españolas representaban un rentable negocio para el contrabando de sus productos. Frente a esto, la corona española debió reforzar la vigilancia en las costas de sus nuevos territorios, evitando el contacto entre los habitantes de las colonias y los comerciantes ingleses. La opinión pública inglesa percibió esta medida de España como un atentado contra sus intereses y presionó a sus autoridades a romper relaciones con la corona española.

La marina inglesa preparó dos escuadras para incursionar en los territorios españoles. Una fue destinada a las Antillas y la otra a las costas del Pacífico. Esta última, al mando del comodoro George Anson.

La escuadra de Anson conformada por cinco navíos, dos buques de transporte, 218 cañones, 1.410 tripulantes y 470 soldados; constituyó la flota más poderosa que se haya visto por las costas del Pacífico. A bordo de "Centurión", Anson y sus hombres emprendieron rumbo a América en septiembre de 1740.

Cuando la flota alcanzó el Cabo de Hornos comenzó una gran tempestad que dispersó sus fuerzas; dos de los navíos debieron retroceder hasta Río de Janeiro, otra nave, la "Wager", encalló al sur del Golfo de Penas y de su tripulación lograron salvar con vida sólo algunos que lograron llegar a Chiloé. Entre los sobrevivientes estaba un guardiamarina que sería el abuelo del poeta Lord Byron, quien más tarde relataría estas aventuras.

La tripulación de las cuatro naves restantes se encontraban en un estado calamitoso y estaban siendo diezmadas por el escorbuto. Ante esta situación, Anson pospuso su plan de atacar Valdivia y se dirigió a Juan Fernández, para reparar los navíos y para que sus hombres recuperasen fuerzas. Al cabo de unos meses Anson tomó rumbo hacia el Norte, pasó por Perú, México y Filipinas, lugares donde obtuvo mejor fortuna. El 15 de julio de 1744 arribó a Inglaterra.