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Biografía

Lucha por la justicia social

El Padre Hurtado lucha por la justicia social en Chile. Impulsa una

transformación estructural a través de instancias claves, desde donde se podrían originar los cambios hacia una sociedad más justa. A su parecer "la injusticia social trae más males que los que puede reparar la caridad".

Le causa dolor la situación de los obreros en el país, quienes trabajan en condiciones paupérrimas, reciben sueldos miserables y carecen de leyes que los protejan. La lejanía de los obreros con la Iglesia, lleva al Padre Hurtado a propagar con vehemencia las encíclicas sociales que abogan por los justos derechos de los trabajadores.

Él piensa que el capitalismo y el comunismo no hacen más que

proteger sus intereses unilaterales. Defiende al cristianismo como el único pensamiento apolítico basado en el amor de Cristo capaz de terminar con las injusticias sociales.

Un sacerdote obrero...

A mediados de la década del 40, la Segunda Guerra Mundial llegaba a su fin con todos los cambios originados en el mundo.

En Europa, se gestaban en la Iglesia ideas nuevas que se adaptan a la realidad del momento,

como el sacerdocio obrero frente a las masas descristianizadas de trabajadores.

La idea de experimentar la vida de ellos en su medio laboral, resulta atractiva a varios sacerdotes. El Padre Hurtado decide trabajar de incógnito en duras condiciones en una salitrera del norte de Chile. Lo mismo hace en una mina en Lota, en el sur del país.

Viaje a Europa...

Viaja a Europa, y se reúne con varios intelectuales para analizar la

situación de los trabajadores. Participa en la Semana Social de París, experiencia que le permite ponerse al día en materias sociales. En Roma, se entrevista con S.S.Pío XII, a quien presenta la

realidad religiosa, social y política de Chile. Le plantea la urgencia de llevar la doctrina social de la Iglesia al mundo sindical y hacer presente el espíritu cristiano en los trabajadores.

Llega a Bélgica para estudiar la liga de los campesinos católicos y los sindicatos cristianos.

Mientras tanto en Chile, herederos de una legislación conservadora, los obreros se organizan en sindicatos únicos establecidos en cada industria. Sin embargo, no eran asociaciones libres y generalmente eran conducidas por personas sin formación cristiana o manejadas por ideologías políticas.

El pobre es Cristo...

Acababa de dejar la Acción Católica, cuando repentinamente un hecho inesperado lo involucra en otro proyecto.

En una noche fría y lluviosa de octubre del año 1944, el Padre Hurtado es interceptado por un pobre que le solicita ayuda porque no tiene un lugar en donde dormir. Al verlo, desamparado y enfermo, sintió que ese pobre era el mismo Cristo desolado.

Días después, contó esta experiencia a un grupo de señoras de la

congregación del Apostolado Popular que se encontraba en un retiro. En ese mismo momento, las asistentes sintieron el llamado de Cristo y decidieron entregar sus joyas y bienes que tenían a mano para dar impulso a una gran obra de caridad. El 21 de diciembre de ese mismo año, el Padre Hurtado coloca la primera piedra del Hogar de Cristo.

Cooperación para solucionar el problema de la vagancia infantil. Dar hasta que duela...

El encuentro con ese pobre marcó al Padre Hurtado fuertemente. El Hogar de Cristo surgió a partir de la necesidad espiritual que se acrecienta en él, cuando ve el rostro de Cristo en un hombre abandonado.

Concebida como una obra y responsabilidad de todos los chilenos, el Hogar imprimió en el país la conciencia de la solidaridad hacia el necesitado.

Desde un comienzo se financió con las donaciones voluntarias y fue colocado en manos de una comunidad de laicos dispuesta a trabajar por los más pobres.

Adultos, ancianos, enfermos y niños son acogidos con amor y respeto.

Nadie olvidará la enorme preocupación del Padre Hurtado por los niños vagabundos, a quienes recogía en su camioneta verde o tirándose por una cuerda desde los puentes del Mapocho.

La injusticia causa enormemente más males que los que puede remediar la caridad...

Veía en el obrero desprotegido la expresión viva del pobre en el mundo del trabajo. Por esta razón consideró urgente crear una organización sindical cristiana, libre, apolítica y ordenada. Formó la Acción Sindical y Económica Chilena (ASICH) en 1947, ocupando el cargo de Capellán. La ASICH se preocupó de formar a sus dirigentes desde una perspectiva cristiana, orientar a sus obreros y organizar los servicios jurídicos y sociales que defendieran sus derechos.

Por medio de su acción se logró redactar el proyecto del Código del Trabajo. Tiempo después, fue reconocida y afiliada a la Confederación Internacional de Sindicatos Cristianos e integrada a organismos internacionales como la ONU, UNESCO y la Organización Internacional del Trabajo.

El mundo está cansado de palabras, el mundo necesita acciones...

Una de sus últimas obras fue la creación de la revista Mensaje, en octubre de 1951. Su misión

era llegar a los ambientes intelectuales con una revista que hiciera presente el Evangelio al mundo de la sociedad de su tiempo. La revista hizo explícitos los valores de justicia social, solidaridad, servicio público y probidad.

En su primer editorial, el Padre Hurtado explicó que su nombre aludía al mensaje traído por Cristo a la tierra que era necesario prolongar por medio del análisis intelectual y del debate serio.

Su muerte...

El Padre Hurtado murió el 18 de agosto de 1952 afectado de un cáncer al páncreas cuando sólo tenía cincuenta y un años.

Durante el tiempo de su agonía, da gracias a Dios por enviarle una enfermedad que le permitió despedirse de sus amigos y "patroncitos", como llamaba a todos con cariño. Se entrega por

completo a Dios con alegría, demostrando con ello su santidad al enfrentar la muerte con la espiritualidad que lo acompañó siempre. Dice: "El Patrón me llama y aquí estoy, listo y feliz".

Su muerte causó gran impacto y duelo nacional. Ese día los periódicos y revistas de diversas ideologías publicaron artículos sobre su vida. A su funeral asistieron autoridades, políticos, gente

de diversas edades y condición social. Los presentes dicen que al sacar su ataúd fuera de la Iglesia del Colegio San Ignacio, una cruz de nubes se formó en el cielo.

"Si silenciáramos su lección, desconoceríamos el tiempo de una gran visita de Dios a nuestra patria...

No he hallado otro pensamiento mejor que lo sintetice que la palabra con que el mismo San Pablo se designa "Apostolus Jesu Christi", Apóstol de Jesucristo".

(discurso de su amigo Manuel Larraín, Obispo de Talca, al momento de su misa fúnebre)

Una visita de Dios....

Fue beatificado en Roma en 1994, tras una larga investigación de su vida y sus obras. La recuperación milagrosa de María Alicia Cabezas, afectada por una enfermedad cerebral, fue una de las muestras objetivas para que fuera considerado beato.

El Padre Jaime Correa, quien lleva la causa de su canonización recibe casos de milagros nuevos, en los que se asegura la intercesión del Padre Hurtado. Todos ellos son indagados rigurosamente para seleccionar el que podría ser causa de su canonización.

Hoy sus restos descansan en el Santuario Padre Hurtado, ubicado en la comuna de Estación Central en la ciudad de Santiago. Este santuario urbano acoge a quienes llegan en busca de consuelo, para dar gracias, orar o impregnarse del espíritu de un hombre santo. Un hermoso recorrido, dirige a su tumba en donde los peregrinos experimentan a diario un Encuentro con Cristo.