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Grupo Tebaida

El grupo Tebaida tuvo un conjunto de particularidades que lo hacen especial en la historia de la literatura chilena. Aparte de consolidarse como tal en el Norte Grande, es el único grupo literario de la década de 1960 que fue liderado por una mujer. Su base de operaciones estuvo en la ciudad de Arica, aunque algunos de sus miembros residían en Antofagasta, a más de setecientos kilómetros de distancia.

Sin embargo, la historia de la fundación de este colectivo se remonta a principios de 1966 en la ciudad de Santiago de Chile. Según cuenta Soledad Bianchi, a partir de entrevistas realizadas a Alicia Galaz: "Durante el verano y temprano otoño de 1966, surgió la idea de formar un grupo y de publicar una revista con el nombre de Tebaida. En Santiago, en el café Pompeya, frente al actual cine Providencia -Maroni, en ese entonces-, y en la cima de la larga escala de cemento que subía el cerro San Luis, conversaron el proyecto Alicia Galaz Vivar, Oliver Welden y Miguel Morales Fuentes" (La memoria: modelo para armar. Santiago: DIBAM, Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, 1995, p. 88).

Tras esta reunión, por motivos laborales, tanto Galaz como Welden se trasladaron a Antofagasta, ciudad donde trabaron amistad con varios de los integrantes ocasionales y estables de la agrupación como Andrés Sabella, Luis Moreno Pozo, Guillermo Ross-Murray, Héctor Cordero y Guillermo Deisler.

Una de las primeras actividades del grupo fue el taller de poesía que Alicia Galaz inició en Antofagasta, además de recitales y otras actividades culturales que contaron con el respaldo de la Universidad de Chile, sede Antofagasta. Esta relación con la universidad se consolidó gracias al apoyo de Víctor Bianchi Gundián (1903-1968), a quien fue dedicado el primer número de la revista Tebaida y que por ese entonces ocupaba el cargo de relacionador público de la institución universitaria. Este y Andrés Sabella lograron conectar al grupo "con escritores, artistas y políticos de distintos orígenes: Pedro de la Barra, Salvador Reyes, Juvencio Valle, Evgueni Evtushenko, Salvador Allende…" (Bianchi, p. 89).

La red de escritores vinculados al norte de Chile se amplió de manera considerable en 1968 cuando Alicia Galaz se trasladó a la sede Arica de la Universidad de Chile; allí se unió al grupo Ariel Santibáñez, figura crucial en la publicación del primer número de la revista (Guillermo Deisler, los años antofagastinos. Antofagasta, Chile: Antieditores, 2014, p.55).

Con el tiempo esta red consolidada entre los poetas y escritores de Arica y Antofagasta se ampliaría abarcando desde el sur de Perú hasta el sur de Chile a través del vínculo con integrantes de las agrupaciones Arúspice de Concepción y Trilce de Valdivia. A partir del ejercicio de la traducción, el alcance de Tebaida llegaría también a los Estados Unidos a partir de la vinculación con poetas como Dave Oliphant.