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Corta carrera política

Recién retirado de la carrera judicial, en 1898 Germán Riesco fue electo senador por Talca para el período 1900-1906, valuarte electoral de la aristocracia terrateniente. Como parlamentario formó parte de las Comisiones de Constitución, Legislación y Justicia y de Presupuestos.

Para la época, la candidatura de Germán Riesco era extraña, ya que nunca participó activamente en la vida de su partido, el Liberal, no había sido ministro y fue senador sin pasar por la Cámara Baja. Sin embargo, fue proclamado candidato presidencial en la convención de la Alianza Liberal del 8 de marzo de 1901. De cierta manera fue el candidato de transacción del conglomerado que concluía una etapa de reconstrucción amplia, pero corta en el tiempo. Fue su trayectoria en el ámbito judicial y sus lazos familiares los que le permitieron conocer bien el funcionamiento de la administración pública y se había desempeñado como consejero en política exterior y economía de su cuñado, el Presidente Federico Errázuriz Echaurren.

La elección del candidato de la Alianza no obedeció a cuestiones doctrinarias, ya que Riesco era un liberal moderado y, hasta su proclamación, figuraba como dirigente de la Coalición Conservadora, formada hasta ese minuto por liberales de gobierno, conservadores, liberales democráticos o balmacedistas y nacionales. Durante los preparativos de la convención presidencial coalicionista, Riesco pidió que no se le diera carácter restringido, moción que fue rechazada, pero que le terminó otorgando la simpatía de la oposición aliancista al gobierno de Errázuriz Echaurren. Las consecuencias de esta petición fueron determinantes para el escenario presidencial, terminó por reunificar al partido liberal democrático que el Presidente en ejercicio había dividido entre aliancistas y coalicionistas y que, junto con los liberales gobiernistas, resolvió alejarse de conservadores y nacionales y postular a Germán Riesco. Éste, en un primer momento, adujo no tener las competencias para asumir tal desafío, pero terminó por aceptar su nominación.

La Alianza Liberal de 1901 quedó conformada por liberales de gobierno, entre los que se contaban Arturo Alessandri y el mismo Riesco, los cuales se declararon en libertad de acción para las futuras elecciones; el partido Liberal Democrático, dividido entre las facciones de Juan Luis Sanfuentes y Claudio Vicuña; los liberales doctrinarios y el Partido Radical. Un grupo pequeño de conservadores, encabezado por el periodista Rafael Egaña, también apoyó la candidatura.

Al poco tiempo, conservadores, nacionales y unos pocos liberales de gobierno que habían permanecido en la Coalición, proclamaron al nacional Pedro Montt como candidato presidencial, un político moderado al igual que su contrincante. Frente a este escenario, la contienda no esgrimió principios políticos, sociales o económicos y para ganar votos hubo que trasladar la lucha al terreno religioso. El periódico conservador El porvenir expresó que para la Iglesia debía ser moralmente imposible que un católico votara por quien se aliaba con radicales anticlericales, incluso un cura párroco de Santa Ana le negó la absolución al candidato aliancista, quien era un convencido católico. La curia de Santiago debió aclarar que aquel no era el pensamiento oficial de la institución.

La nueva reunión de las facciones liberales dio a Riesco un triunfo contundente. El 25 de junio de 1901 el colegio de electores le dio 184 votos, que representaban el 68% de las preferencias, contra 83 votos para Pedro Montt, y doce electores no acudieron a votar en esa ocasión. El traspaso de mando se produjo el 18 de septiembre de 1901 de manos del vicepresidente Aníbal Zañartu, debido al reciente fallecimiento de Federico Errázuriz Echaurren. Sus ministros, contrario a la tradición, juraron en el mismo Congreso Nacional.

El nuevo Presidente tenía una propiedad en Santiago en la esquina de Huérfanos con Amunátegui, por lo que nunca se trasladó a vivir a La Moneda, hacia donde caminaba cada mañana durante sus años de mandato.