Subir

compilaciones

Es en las compilaciones epistolares donde se hace más patente la intervención de la función del editor o compilador. A pesar de que las cartas permiten que el narrador se comunique directamente con el lector, en el proceso de selección y organización de un conjunto de cartas de diferentes escribientes, aquel editor se convierte en un autor secundario, superpuesto, que imprime su mirada interpretativa al conjunto de cartas. Tanto es así que el volumen tendrá el nombre del autor interpretante en la portada, y el libro se convierte en una panorámica sobre ciertos aspectos de la historia de un país, un lugar o un grupo en particular.

Un tipo particularmente difundido de las compilaciones utilizan la carta como mecanismo para revelar una realidad diferente. Es probable que estas cartas no hayan sido escritas por personas que destaquen por su pluma o en su vida pública, más bien son personas comunes que hablan desde su realidad particular. Esa escritura dejaría entrever las condiciones de vida, cuyas cartas serían los testigos que permitirían al editor reconstruir los pormenores y vivencias de grupos que de otra manera no tendrían voz ni injerencia en la vida pública.