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generación de poetas y prosistas

La generación de 1920 era, como decía Pablo Neruda citado por Volodia Teitelboim, "La poesía, la curiosidad delirante, la fermentación de todos los libros, la embriaguez juvenil de hallar otros seres que sueñan los mismos sueños que nosotros, las calles Echaurren, República, Av. España, llenas de pensiones juveniles; los poetas Cifuentes Sepúlveda, Romeo Murga, Eusebio Ibar, Víctor Barberis, desaparecidos de la existencia, pero no de la poesía". Y era además, como señala Teitelboim en su libro Neruda, "una generación de asambleas, en debate constante, donde se mezclaba a la discusión política el fervor literario y el ansia vaga de una cultura nueva. En las largas veladas, que solían extenderse hasta horas de la madrugada, la controversia se entregaba a la pasión del choque de ideas" (p. 51).