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Aymara

En el altiplano y las quebradas de la I y II región de Chile vive parte de la etnia Aymara. Para ellos la naturaleza es la divinidad misma, por esta razón su relación con ella es de respeto y veneración, sintiéndose parte de ésta y no su dueño.

Un aspecto muy característico de la cultura Aymara es la visión dual del cosmos. Para el hombre aymara cualquier "Todo" posee dos parcialidades distintas que se niegan y complementan lógicamente, las que son necesarias para existir.

Esta dualidad la vemos reflejada en aspectos de la vida cotidiana, en instrumentos musicales como la zampoña y en la arquitectura religiosa, ya que las iglesias construidas en zonas aymaras tienen la torre separada del resto de la construcción porque ésta es la parcialidad masculina (Torre Mallku) y el altar con sus naves respectivas son la parcialidad femenina (Santa belin Talla). Juan Van Kessel nos ejemplifica la dualidad de la organización social aymara expresada en una doble bipartición: "Cada comunidad se divide en dos Sayas o mitades que a su vez están divididas en ayllus de pastores y agricultores. Dentro de la familia se visualiza también esta doble bipartición: Una corresponde a los padres y los hijos, la otra a los hombres y las mujeres" (Van Kessel Juan. Danzas y estructuras sociales de los Andes. Lima: Instituto de Pastoral Andina, 1981).

Según la investigadora María Ester Grebe el mundo aymara se divide en tres partes: El mundo alto o Arajj Pacha (luna, sol, estrellas, lucero), el mundo Medio o Taipi Pacha (espíritu de lka montaña, espíritu de la agricultura) y el mundo de abajo o Manqha Pacha (animales totémicos, espíritu de la música).

En Manqha Pacha o el mundo de abajo habita Sereno, quien se asocia con el agua subterránea y con el "ojo de agua", o sea, el origen del agua de la vertiente andina, particularmente las aguas termales y los orígenes de cualquier vertiente.

Sereno es el sonido mismo y por ello la música es producto de él: "todo lo que produce sonido es Sereno; el viento que mueve las hojas, la cascada que cae y suena, todos los sonidos de la naturaleza están regidos por el poder de este maestro de la música" explican los aymaras. Sereno es quien crea la música a través del agua y la entrega en el "ojo de agua", a veces la toma el cóndor y la lleva a las estrellas, otras veces la toman los animales de los pastores y la llevan a los cerros quienes la comparten con Pachamama donde vive el agua.

Van Kessel afirma que los músicos, en las antevísperas del carnaval viajan al "ojo de agua" y dejan sus instrumentos allí por la noche. La música impregna los instrumentos o queda en los mismos músicos si estos la logran escuchar del agua. Por la mañana siguiente tocarán las melodías que Sereno les entregó. Luego de este ritual los hombres vuelven al pueblo sin mirar atrás, ahí se repite la bienvenida como de nuevos invitados a la fiesta, pero ahora Sereno es el recién llegado. Los ritmos más difundidos en estas ocasiones son la cueca, el huayno y la cacharpaya.