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Crítica

Floridor Pérez siempre estuvo vinculado al quehacer literario nacional. En sus comienzos integró el grupo Arúspice, surgido al alero de la Universidad de Concepción en la década de 1960; luego formó parte de la revista Orfeo y de la Editora Nacional Quimantú, para continuar con su trabajo con los talleres de poesía de la Fundación Pablo Neruda desde sus inicios en 1988. Su labor literaria incluyó colaboraciones en diarios y revistas, y la docencia universitaria. Esta extensa y fructífera trayectoria también se tradujo en poemarios que reflejan la propuesta estética de Pérez. Los poemas del autor tienen conexiones profundas con la creación de otros poetas o grupos de poesía. La crítica ha destacado en la poesía de Floridor Pérez la conexión con la poesía lárica así como con la antipoesía. Asimismo, ha relevado la utilización de materiales disímiles como textos noticiosos, lenguaje coloquial, elementos de la cultura popular y rural y el uso del testimonio.