Fidel Sepúlveda también fue autor de una valiosa producción crítica en torno a la literatura chilena. En esta veta se interesó por la obra poética de Fernando González Urízar, Pablo de Rokha, Nicanor Parra, Gabriela Mistral y Violeta Parra, entre otros. También dedicó artículos a narradores como Mariano Latorre y José Donoso, e incluso a autores extranjeros como el mexicano Octavio Paz.

Sobre Gabriela Mistral analizó con especial atención los elementntos franciscanos en su obra, su sentido ecológico y la vocación folklórica que, según Sepúlveda, "iba con ella [y] era parte esencial de su modo de ser" ("Gabriela Mistral, aportes a una estética del folklore", p. 41).

En el artículo "Pablo de Rokha, una forma poética" no escatimó en elogios para la obra del poeta de Licantén. Caracterizó su forma poética como "organizadora y rectora del cosmos" (p. 157) y dio cuenta del "carácter atropellado y torrencial que tiene la enumeración rokhiana" (p. 164).

Respecto a la poética de los tres hermanos Parra sostuvo que ésta podía "acotarse como una perspectiva que arma su obra creadora con materiales 'iceberg' de la cultura tradicional campesina, de la cultura popular urbana y suburbana contemporánea, ambas aconteciendo según el modo de ocurrencia de la oralidad" (p. 41).

En general, el acercamiento de Sepúlveda a la literatura chilena fue en consonancia a la escritura y visión de mundo que desarrolló y proyectó en su vida cotidiana, creativa y académica.