Subir

Fenómeno de masificación de la lectura

Un auténtico e inédito fenómeno editorial tanto por el nuevo impulso que experimentó la industria nacional cuanto por la penetración del libro a escala popular se vivió cuando el gobierno de Salvador Allende emprendió ambiciosos programas de masificación de la lectura, según su determinación de democratizar el capital cultural de la nación. Su punta de lanza fue la editorial Zig-Zag, de la cual el Estado compró una parte. Con el nuevo nombre de Quimantú, la editorial lanzó varias colecciones (Minilibros, Nosotros los Chilenos, Quimantú para Todos, Cuadernos de Educación popular, Documentos Especiales) que aún sobreviven en el recuerdo de los lectores, y que estaban dedicadas a distintos temas: política, cultura general, ciencias sociales, artes, literatura universal y nacional, cine, temas y tradiciones populares. Si hubiera que destacar un título en particular, cabría decir que la colección Nosotros los Chilenos lanzaba al mercado un promedio de 50.000 ejemplares cada quince días, distribuidos casi todos en quioscos. Al sumar todas las colecciones de Quimantú se encuentra que se imprimían y distribuían 800.000 libros al mes (Bernardo Subercaseaux. Historia del libro en Chile, Santiago: Lom, 2000, p. 152), lo cual prueba que la masificación de la lectura en este periodo alcanzó los niveles más altos de la historia del país hasta entonces.

De este periodo se destaca Palomita blanca (1971), de Enrique Lafourcade. Esta novela fue un gran éxito editorial e inspiró una de las primeras películas de Raúl Ruiz, que con el mismo título se filmó en 1973. También de esta época se debe mencionar El obsceno pájaro de la noche (1970), que se convirtió en el primer fenómeno editorial chileno en el ámbito internacional, cuando José Donoso ganó con ella el premio de novela Seix Barral.