Antiguamente, en los matrimonios mapuche existía la poligamia, institución que medía la riqueza de los hombres. Aquellos más ricos podían tener seis o más mujeres y los más pobres una o dos. La primera mujer era la principal, la que ejercía autoridad sobre las demás, pero cada una tenía su fogón, huerto y/o choza según la riqueza del marido. Conforme al sistema de patrilocalidad, las mujeres se iban del grupo familiar paterno para vivir junto al patrilinaje de su marido, pero si la mujer era maltratada podía regresar a su antiguo núcleo familiar previa devolución del pago hecho por el marido a la familia debido al casamiento. Los divorcios se realizaban generalmente por motivos que tenían relación con la esterilidad de la mujer, el abandono y mal trato recibido.