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nueva letra de la Canción Nacional de Chile

Desde principios de la década de 1840 surgieron voces, provenientes de españoles y descendientes de estos, que solicitaban cambiar la letra del Primer Himno Nacional, por considerarla belicosa y ofensiva. A través de la prensa nacional se desenvolvieron varias controversias enfrentando a partidarios y opositores a la moción. La bandera de lucha en pro del cambio de la letra la llevó Manuel Puerta de Vera, quien -en representación de la colectividad española- solicitó formalmente la reforma, pues, según él, "todas las cosas sufren y deben sufrir las modificaciones y variaciones que reclamen los adelantos de la sociedad y diferentes posiciones de los Estados" (en Silva Castro, Raúl. Eusebio Lillo: 1826-1910. Santiago: Editorial Universitaria, 1964, p. 29).

La propuesta, sin embargo, no cobró real fuerza sino hasta 1845, cuando se ratificó el pacto entre España y Chile, donde se reconoce la soberanía de esta última como nación independiente. Ello supuso el inicio de las relaciones diplomáticas entre ambos países, así como el restablecimiento de las relaciones comerciales. Las negociaciones posteriores a la firma del tratado, de hecho, incluyeron la solicitud oficial del cambio de letra.

Tanto por estos motivos, como por una fuerte campaña de prensa, el gobierno del presidente Manuel Bulnes Prieto atendió la petición y en 1847 solicitó al Ministro del Interior y Relaciones Exteriores, Manuel Vial, que se hiciera cargo de ella. Aunque se alzaron voces proponiendo que la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile convocara a un certamen donde se eligiera el nuevo texto, el Ministro optó por encomendar la tarea a un funcionario de su repartición, quien a la sazón tenía 21 años de edad. Su nombre era Eusebio Lillo.

El propio poeta narró de la siguiente manera lo ocurrido: "Entiendo que no hubo decreto supremo para ordenar el cambio que, entonces, debo decirlo, no creía yo indispensable. El Ministro del Interior y de Relaciones Exteriores de esa época, don Manuel Camilo Vial, me llamó a su despacho, y en su nombre y a nombre del Presidente de la República don Manuel Bulnes, me pidió que compusiera la nueva canción. En ese tiempo era yo empleado subalterno de aquel Ministerio. Cumplí lo que creía una orden de mi jefe; y como era natural, sometí mi trabajo al insigne maestro de nuestro movimiento literario: don Andrés Bello desempeñaba en el nuevo ministerio el cargo de Oficial Mayor de Relaciones Exteriores. El señor Bello mostróse bondadosamente satisfecho con las nuevas estrofas. Me hizo la indicación de cambiar el coro que llevaba mi canción, y sintiéndome incapaz de hacer otro mejor, le insinué la idea de de conservar el coro antiguo, en homenaje al viejo cantor de la época gloriosa de nuestra independencia. Me habló el señor Bello de los defectos de ese coro; pero mi insistencia convino en conservarlo". (En: Silva Castro, Raúl. Eusebio Lillo: 1826-1910. Santiago: Editorial Universitaria, 1964, p.41). Según señala Raúl Silva Castro, al parecer esta actividad no habría sido remunerada.

La nueva letra salió a la luz pública el 17 de septiembre de 1847, por medio de El Araucano. Pese a que tuvo una buena acogida en general, durante un par de años hubo opositores al cambio que continuaron pidiendo que se restituyera la versión anterior.

En 1910, para la conmemoración del Centenario, le pidieron a Eusebio Lillo revisar la letra del himno con el fin de actualizarla. Él decidió no hacerle mayores cambios, salvo por algunos elementos de puntuación.