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un convento espiritual

"Este Convento Espiritual no es más que un jeroglífico, debajo de cuya metáfora se enseña al alma el principio que ha de tener en su vocación y los medios, por donde ha de llegar al fin que desea, que es la perfección y porque todos jeroglíficos tienen necesidad de alguna letra, que breve y sentenciosamente declare lo que está encerrado en las entrañas del dibujo o pintura; pareció conveniente añadir a cada capítulo, para mayor declaración, estos breves escolios, o apuntamientos, para que con menos trabajo pueda el Lector aprovecharse de la doctrina de este Libro..." (Úrsula de San Diego, Convento Espiritual. Santiago: D.J.C. Gallardo, reimpresión de 1813, p.3).

La obra Convento Espiritual legada por la religiosa capuchina Sor Úrsula de San Diego a la ciudad de Granada (sin más datos biográficos), es un ejemplo de las nuevas formas de devoción, procesos de autoconocimiento y adquisición de conciencia desarrollados durante el siglo XVI que posicionana al convento arquitectónico como una metáfora del mundo interior. El libro, que pertenece a la literatura mística y fue aprobado por las reformas tridentinas, desarrolla una analogía entre el camino espiritual y el cuerpo de Cristo como templo, junto con difundir un modelo espiritual en consonancia con las regulaciones de Trento: las mujeres en clausura y en torno a una piedad cristocéntrica.

Convento Espiritual fue uno de los primeros títulos publicados en Chile luego de la Independencia gracias al impresor realista José Camilo Gallardo (1774) quien arrendó la imprenta del gobierno en 1813 para reposicionar textos referidos a lo religioso en medio de un clima anticlerical.