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actividades mineras

La actividad minera data en Chile desde tiempos prehispánicos. Ello se ha visto reflejado en las distintas piezas arqueológicas que se han encontrado en diversas zonas del país: pulseras, hachas y otros objetos de decoración y uso doméstico. En la época colonial mantuvo su nivel de importancia, aunque con distintos ritmos y tipos.En el siglo XVI, la minería concentró su atención en la explotación del oro, mientras que en el siglo XVII, su importancia disminuyó notoriamente. Durante el siglo siguiente, los altos niveles de explotación de oro, y particularmente de plata, revelaron una recuperación de la actividad minera.

Ya en el siglo XIX, este tipo de actividad productiva se consolidó y constituyó como un pilar fundamental del desarrollo económico del país. Una serie de descubrimientos mineros, como Chañarcillo (1832), Tres Puntas (1848), Checo Grande (1847), Santa Rosa de Garín (1848), entre otros, aumentaron en forma notable la producción de plata. Hacia fines del siglo XIX y principios del siglo XX, lo que se ha denominado "el ciclo del salitre", mantuvo a la minería como una de las actividades productivas protagónicas de nuestro país. Hacia 1930, la exportación de salitre decayó al mínimo, producto de la recesión mundial y la sustitución del mineral por uno sintético. Sin embargo, se inició hacia aquella época el desarrollo del "ciclo del cobre", cuya relevancia perdura hasta nuestros días.

A mediados del siglo XX, Chile era el segundo productor de cobre del mundo. A través de la política del "Nuevo Trato", se fomentó la inversión en la explotación minera, a partir de la reducción de impuestos y del aumento de la producción, la cual creció de 355.400 toneladas en 1954, a 488.400 en 1956. En la década siguiente, especificamente en 1964, se produjo la "chilenización de la minería", proceso según el cual el Estado chileno se asoció al capital norteamericano. La resolución anterior abrió camino a la [!U:nacionalizaciondelcobre1964-1971"nacionalización"] en 1971, al decretarse que las empresas de la Gran Minería pasarían a manos estatales. Tal situación cambió en 1977 al instaurarse un sistema mixto de explotación minera.

La actividad minera por sí sola ha aportado históricamente un porcentaje relevante de las materias primas para el desarrollo económico e industrial. En este ámbito Chile, en las décadas de 1980 y 1990, ha jugado un papel de excelencia llegando a ser el primer productor de cobre del mundo, y un actor relevante en la producción de otros minerales. En 1998, por ejemplo, esta industria representó cerca de un 9% del PIB nacional y cerca de un 50% de las exportaciones del país. En la actualidad, su importancia lejos de disminuir se ha consolidado como un pilar clave de la economía al aportar, en el año 2006, el 22 % aproximado al Producto Interno Bruto (PIB).