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volvió a circular por segunda vez

Luego de seis años de su última edición, El Correo Literario fue publicado nuevamente el 11 de julio de 1864, bajo la dirección de Jacinto Núñez, quien había trabajado en los últimos números de la etapa anterior. El grupo de colaboradores se mantuvo, destacando entre ellos Justo y Domingo Arteaga Alemparte, Alberto y Guillermo Blest Gana, Eduardo de la Barra, Manuel Blanco Cuartín, Francisco Gandarillas, Emilio Bello, Pedro Lira, Eusebio Lillo, Manuel Antonio Matta, Guillermo Matta y Juan Espejo. La revista conservó un formato similar al de la época anterior, con columnas sobre política y costumbres sociales, poesía, obras por entrega, artículos científicos e ilustraciones. Estas últimas conformaron los "retratos parlamentarios", donde se caricaturizaba tanto física como moralmente a uno o dos miembros del Congreso.

El espíritu de independencia que propugnaban en su primera época se mantuvo intacto, como lo demuestran las primeras palabras de la redacción acerca del retorno de El Correo Literario:

"No entraremos en la rutina de hacer grandes promesas. Nuestro programa se reduce a bien pocas palabras, que pueden espresarse en una sola: Independencia.

Independencia en las ideas políticas.

Independencia en las ideas literarias.

Independencia en las ideas sociales.

Ofrecemos desde luego las columnas del Correo Literario a toda clase de ideas que tiendan al adelanto universal, sea con obras críticas, sea con obras científicas. Pero jamas seremos patrocinados de ninguna clase de personalidades" (El Correo Literario (1):1, 1864).

No obstante lo enérgico de su propuesta, luego de seis meses de circulación, el 15 de enero de 1965, la revista llegó a su fin. Los editores adujeron que, por motivos imprevistos, no les era posible sostener en el tiempo la calidad a la que aspiraban.